En una columna escrita para The Wall Street Journal, el profesor George L. Priest, de la Universidad de Yale, se despacha contra la actitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos que se materializó en el discurso de la señora Christine Varney del pasado 11 de mayo. Como recordarán, la señora Varney anunció oficilmente el retiro del reporte elaborado por el Departamento de Justicia (DOJ) en la administración Bush sobre el análisis de la conducta unilateral bajo la sección segunda del Sherman Act (véase anterior post).
Pues bien, quienes están interesados en antitrust y en law and economics saben muy bien que G. Priest es un peso pesado en dichas materias. De manera que recibir un "viajao" del Priest no es cualquier cosa. Antes de comentar las "cargas de profundidad" lanzadas por Priest en su columna titulada "The Justice Department's Antitrust Bomb", vale la pena advertir que en el trasfondo de la discusión gira en torno a la ideología política y su incidencia en el diseño y aplicación de las políticas de competencia. Detrás del giro de la administración Obama en relación al enforcement de las normas de libre competencia y de la reacción de académicos como Priest que califican la postura del de DOJ como una "bomba para el derecho antitrust moderno" hay una posición respecto del papel del Estado en la economía y un juicio de valor sobre la tensión entre el bienestar de los consumidores y el bienestar de los productores.
No es un hecho histórico que una administración Republicana tenderá a enfocarse en los casos de carteles duros y a relajar el estándar de prohibición de integraciones empresariales, mientras que una administración Demócrata será más estricta respecto de la conducta de empresas que tienen poder de mercado y respecto del control de integraciones.
Ahora sí revisemos los sablazos de Priest para Varney:
- Priest critica la idea de Varney según la cual una de las causas de la crisis financiera fue la manera como se aplicaron las normas antimonopolio (o mejor, su falta de aplicación)durante la administración Bush. Además, según Priest, en el discurso de Varney no hay una argumentación razonada para llegar a dicha conclusión.
- En relación con la postura expuesta por Varney respecto del reporte de 2008 del DOJ (en el cual se hacen recomendaciones sobre la conducta monopolizadora) Priest advierte que el reporte fue producto de un año de trabajo que tuvo en cuenta las recomendaciones de 29 páneles y 119 testigos que en últimas recoge las sub-reglas creadas por la Corte Suprema de Justicia.
- Adicionalmente, Priest critica que Varney la ausencia de una alternativa comprensiva a las recomendaciones del reporte retirado y la referencia a la postura de la Unión Europea. Evidentemente, si en algo se distingue la doctrina de las jurisidicciones es su aproximación a las conductas de empresas con posición de dominio y respecto de las restricciones verticales (especialmente respecto de exclusividades y políticas de fidelización).
- Continuará... (Gracias a J. C. Esguerra por la alerta temprana!)
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