lunes, 13 de octubre de 2008

¿Antimonopolio, antimonopólico o antimonopolístico?

Hace más de dos años le formulé a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) la siguiente inquietud: ¿es correcto utilizar las categorías "antimonopolio", "antimonopólico" y "antimonopolístico"?
He desenpolvado su precisa respuesta que transcribo a continuación:

"El prefijo anti- se une a nombres o adjetivos para formar una palabra que implica oposición o enemistad con respecto a la cosa o persona que designa dicha base; en ocasiones, para designar a la persona o cosa antitética de la referida por la palabra base; también puede designar algo destinado a evitar o combatir el mal o la amenaza que designa la palabra base.

Cuando anti- se une a un adjetivo, funciona plenamente como un prefijo y da como resultado una voz que se encuadra claramente dentro de la clase de los adjetivos (relacionales); este sería el caso de antimonopolístico (< anti- + monopolístico, adjetivo que significa 'perteneciente o relativo a los monopolios'); a pesar de que monopólico no viene recogido en los diccionarios de uso, es cierto que desde el punto de vista morfosemántico, su formación es perfectamente posible en español como adjetivo relacional sinónimo de monopolístico, de manera que la misma
consideración que antimonopolístico merecería antimonopólico.

Sin embargo, cuando anti- se une a un sustantivo, el resultado presenta una estructura peculiar difícilmente delimitable, de la misma forma que anti-, categorialmente, entra en una zona difusa entre prefijo y preposición. Este sería el caso de antimonopolio, cuyo contenido semántico es, en todo caso, análogo al de las voces formadas sobre bases adjetivas señaladas más arriba. Por lo que respecta a la consideración normativa de estas formaciones hasta cierto punto anómalas desde un punto de vista teórico, lo cierto es que aparecen de manera sistemática y regular, y no han sido explícitamente censuradas. Este tipo de formaciones son, de hecho, cada vez más frecuentes en español en la lengua coloquial, aunque pasan sin mayor dificultad a la expresión más culta y formal, y conviven con los adjetivos relacionales resultantes de la fusión de anti- y un adjetivo, como hemos comprobado para el caso que usted trae a colación.

Reciba un cordial saludo.
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Departamento de Español al día
RAE"

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